Fin del culebrón

Todo ha terminado. Hoy he dejado el trabajo. La situación se había vuelto demasiado complicada para mí. Reconozco que no sé manejar este tipo de situaciones y todo me ha sobrepasado. También tengo que reconocer que ver las cosas desde fuera te hace verlas de una manera totalmente diferente. Ahora creo que todo ha sido una soberana gilipollez, y que las cosas no he sabido como llevarlas por que no me esperaba por mi parte esta reacción, pero ahora lo veo, antes no podía. Y bueno, todo ha ido bien. Él no tiene ni idea del motivo de mi baja laboral, se cree que estaba molesta con La Roci por que él pasaba más tiempo con ella que yo (tipo colegio "esta es mi muy mejor amiga"), no tiene ni idea el pobre...

Esta tarde quedé con él para firmar mi baja y nos fuimos a su casa por que ninguno de los 3 (obviamente La Roci estaba allí) teníamos un folio en blanco. Tengo que decir que mi estado de ánimo y acritud hacia ambos había quedado atrás en el mismo momento en el que decidí dejar el trabajo (soy así de mema). Él llevaba días con el PC estropeado y se lo estuve mirando con tan buen tino que se lo arreglé (medallita pa la pavi) y me invitó a cenar. Así que nos hemos ido los 3 por ahí esta noche a tomar unos vinitos y unas tapitas y nos hemos estado riendo y rememorando los buenos ratos en el trabajo. La verdad es que se me ha quedado un buen sabor de boca (aparte de por el Rioja) y seguramente las cosas se arreglarán definitivamente con La Roci, no sé guardar rencor a la gente y mucho menos por tonterías, aunque sean tonterías que duelan en un principio.

Ahora me tomaré unos días de vacacioncillas, arreglaré los papeles de la universidad, iré a ver a mi familia y volveré con energías renovadas. La vida da giros inesperados, uno nunca sabe cuando van a cambiar las cosas por eso es importante valorar cada momento bueno y relativizar los malos. Siempre hay un "Podría haber sido peor"...