Superpava en acción ataca de nuevo...
El sábado pasado salí, bebí, bailé, me reí, le toqué el culo a un escocés y luego las tetas que llevaba en la cabeza, fumé y subí la cuesta me que lleva a mi casa...
Me desperté al día siguiente con una resaca de espanto y vi las agendas de los años pasados encima de la mesa y me temí lo peor...
Miré el móvil, bandeja de salida y ahí estaba, EL SMS. Y a quién se lo había mandado? obviamente, a Mr Estaca. Un sms lastimoso pidiendo clemencia y diciéndole que no era capaz de olvidarle...
Había llegado por la noche y estuve buscando su número de teléfono por las agendas; lo que uno no llegue a hacer en estado de ebriedad... Ya ni borrando su teléfono del móvil estoy segura. Cómo me odio cuando hago estas cosas. Miré el estado del mensaje y vi que estaba enviado pero aún no lo había recibido, y recé (o algo así) para que estuviera de vacaciones en Singapur durante un mes y que no lo recibiera, y durante todo el domingo no recibí el mensaje de acuse de recibo, hasta las 12 de la noche que sonó en el móvil como una bala atravesándome el hígado. Bien, genial, estupendo, maravilloso, soy gilipollas y además él lo sabe.
Obviamente no me llamó cuando recibió el sms, ni el lunes, pero ayer, a las 6 de la tarde (por dar detalles), me llamó... y qué quería? pues ni idea, por que no se lo cogí... y aquí me encantaría añadir que no se lo cogí por que no me dio la gana y demás improperios, pero la realidad es que no se lo cogí por que no lo oí... pero al ver la llamada perdida de un número desconocido (recordemos que no me sabía de memoria el número), lo comparé con el del sms y era el mismo... Mr Estaca me ha llamado, se ha dignado, algo le debo importar, yo si fuera él no me hubiera llamado, hubiera pasado olímpicamente de mí, si no le importo...
Y no le voy a llamar (si no pierdo la cabeza lo conseguiré), seguramente él pensará que le voy a llamar yo hoy, pero me dijo que no le llamara más y no le llamaré más. Si acaso pasado mañana le mandaré un sms aunque no sé ni qué decirle, eso sí, si me llama le diré la verdad, que si yo estoy mal, lo sepa, que es por su culpa, nada de hacerme la dura para quitarle dolores (sus dolores), si yo estoy así es por él, por su forma cochambrosa de hacer las cosas y por no dejar que las cosas sean más naturales, por obligarme a olvidarle y por no dejarme tener el derecho al pataleo. Y si no le importa, que me olvide, aunque dudo que lo consiga...
Por todo ello cantemos todos juntos...
No te fíes si te juro que imposible,
no dudes de mi duda y mi quizás.
El amor es igual que un imperdible
perdido en la solapa del azar...
La luna toma el sol de madrugada,
"nunca jamás" quiere decir "tal vez".
La muerte es una amante despechada
que juega sucio y no sabe perder.
Estoy tratando de decirte que
me desespero de esperarte,
que no salgo a buscarte porque sé
que corro el riesgo de encontrarte;
que me sigo mordiendo noche y día
las uñas del rencor;
que te sigo debiendo todavía
una canción de amor.
No corras si te llamo de repente,
no te vayas si te grito "piérdete":
a menudo los labios más urgentes
no tienen prisa dos besos después.
Se aferra el corazón a lo perdido,
los ojos que no ven miran mejor.
Cantar es disparar contra el olvido,
vivir sin ti es dormir en la estación.
Estoy tratando de decirte que
me desespero de esperarte,
que no salgo a buscarte porque sé
que corro el riesgo de encontrarte;
que me sigo mordiendo noche y día
las uñas del rencor;
que te sigo debiendo todavía
una canción de amor.
Los Rodríguez. "Todavía una canción de amor"