jueves, 16 de junio de 2005

Mr. Estaca parte I

He soñado con Mr. Estaca. Otra vez. Cada vez peor. Siempre cuando menos me lo espero. Siempre cuando creo que ya nunca más soñaré con él, aparece en mis sueños para recordarme que existe o existió (su mensaje lapidario parece una condena). Así que he decidido hacer una especie de catarsis bloguera y exponer toda la historia, a ver si así, me libero del todo... con permiso... (Como me ha quedado excesivamente extenso el relato, he decidido partirlo en 4 partes, ahí va la primera).

Le conocí un día de Mayo del 2002, en un chat del IRC que ya ni recuerdo. Fue genial, hablábamos mucho y parecía que nos llevábamos genial. Sin saber ni como ni por qué nos dimos los teléfonos (jamás lo hago, salvo raras excepciones), nos habíamos hecho gracia el uno al otro. Poco a poco (ya se sabe como son estas cosas), fuimos conociéndonos un poco más. Teníamos muchos puntos en común, sobre todo de ideología política. Nos pasábamos horas y horas hablando por teléfono sobre este tema y otros muchos; el chat lo dejábamos para conversaciones más... lúdicas (por llamarlas de alguna manera), y para flirtear (horrible verbo por cierto). Así un día tras otro, hasta que me vi, o nos vimos, enamorados hasta no poder más. Yo me sentía como si tuviera el pecho abierto de par en par y una luz increíble saliendo de él. Me había enamorado, no tenía dudas; él también, tampoco las tenía. Era inteligente, era gracioso, era encantador, cariñoso, detallista, guapísimo ... en fin... todas esas cosas.

Planeamos vernos el 1 de Agosto, yo iría a verle, me merecía unas vacaciones y qué mejor que aprovecharlas yendo a Jerez de la Frontera a conocerle, a verle, a por fin poder tocarle, besarle... Todo parecía perfecto. Él me llamaba todos los días a las 10:40 cuando salía del trabajo, pero justo el viernes antes de que yo fuera no llamó, ni el sábado, ni el domingo... mi cabeza iba a estallar, no podía entender nada, su teléfono estaba desconectado, sólo podía pensar en lo peor, y lo peor eran dos cosas: o que había tenido un accidente y se había muerto, o que me había engañado como a una gilipollas. Recuerdo ese fin de semana como uno de los peores de mi vida, mi cabeza no dejaba de analizar todas las posibles causas de esa desaparición, sin parar, hasta el dolor de cabeza, hasta la extenuación. No era posible que me hubiera engañado así, tantas horas de conversación y ese "te quiero" no podía ser mentira.

Llegó el lunes y me llamó. Yo estaba al borde de la histeria, creo que perdí la cordura por completo, le dije lo más tranquila que mi estado me permitía que por qué no me había llamado, que estaba preocupada... él me dijo que quién me creía yo que era para pedirle explicaciones... me dejó completamente muda, muerta. En ese momento decidí que no iría a verle. No me sentía con fuerzas para ir a ver a alguien que me había dejado en ese estado. Supongo que era eso precisamente lo que pretendía. Nunca más volvimos a hablar por Internet, ni messenger, ni emails ni nada de nada.

Le llamé un día para que me lo explicara todo, necesitaba buscar alguna explicación y seguramente sentirme un poco menos imbécil. Me dijo que era mejor que todo quedara como estaba, que para él la distancia era más que un inconveniente, que no soportaba no poder estar juntos y que me quería muchísimo, pero que no podía. Ya se lo podía haber pensado antes...

Durante la fase de recuperación de éste duro golpe a mis sentimientos, a mi ego y a mi estómago, soñaba con frecuencia que iba a verle, que le buscaba por Jerez y que no le encontraba nunca. Soñar esto no me ayudaba en absoluto, estaba claro que algo tenía que hacer, tenía que quitarme esa espina (por esos entonces era una espina) de alguna manera. Planeé viajes a Jerez que nunca llegué a realizar. Cada vez que le llamaba para comunicarle que iba a ir él me decía que le dolería menos que le clavaran una puñalada en él estómago, que no me podía ver, que aún era pronto para él, siempre él, sólo él, me preguntaba a mi misma dónde estarían mis sentimientos para él...

...Continuará...

6 comentarios al respecto:

Mari Carmen dijo...

Si te sirve consuelo... Es típico comportamiento masculino... Cuando ven q se acerca el momento desaparecen... Son unos cobardes!!!
Sigue contando!!

Anónimo dijo...

Vaya toalla. La verdad es que me suena muy mal. Tampoco se mucho sobre vuestra historia, pero no me huele muy bien (por parte de él). Mejor me espero a las próximas entregas pa opinar. Besitos y ánimo...

Lesbiana Poco Convencional dijo...

Ahora entiendes porqué soy lesbiana?? :P No, en serio, una persona que solo piensa en ella misma, no merece el privilegio de estar con alguien como tu.

Un consejo: El irc es todo una farsa, no te fies ni de tu sombra. Lo digo por experiencia, porqué una ya tiene una edad..

Un besote! y sigue con tu historia que quiero saber como acaba! xD Aunque creo que ya la leeré toda de golpe pq los fines de semana no me conecto :P

Un beso!

Lesbiana Poco Convencional dijo...

Ah! y de la manifestación del chorizo... JA! yo haré otra! xD ;)

Vero dijo...

Keixa: horrible es poco, pero todo se supera por suerte, poco a poco...;-P

Afrodita: este cobarde es un rato, aunque vaya de guay... sigo sigoo;-)

Guarni: y lo peor está por llegar...!!

Txell: tienes toda la razón con lo de IRC aunque también he conocido a gente maravillosa hace ya más de 5 años con la que tengo una gran amistad, lástima que no todos sean iguales... Saludicoosss;-)

Pau dijo...

¡¡Qué fuerte!! Estos días no he tenido tiempo de leer la historia por entregas y lo empiezo ahora. ¡¡Qué horror!! ¿Y aún así seguisteis hablando?